CASCADA DE AGUA

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jueves, 4 de junio de 2009

HISTORIA DE LOS PAISAJES


Los paisajes naturales son el resultado de la interacción del clima, el relieve, la vegetación y el suelo, fundamentalmente; por tanto, son aquellos que no están transformados por las actividades humanas. Hoy día, la capacidad de intervención de la humanidad sobre el medio es tan grande que apenas quedan espacios sin modificar.


Los lugares que presentan mayores dificultades para el asentamiento humano son los menos alterados, por eso están prácticamente deshabitados y todavía pueden considerarse paisajes naturales.


Las regiones polares, las selvas y los desiertos son los paisajes más inhóspitos, por eso son los menos poblados de todos los medios naturales del globo. El frío en los polos, el calor y la humedad en las selvas, y la aridez en los desiertos dificultan y, en ocasiones, impiden la ocupación humana.


Es en estos lugares donde todavía quedan extensas áreas naturales apenas sin transformar.
En cambio, las zonas de clima templado son muy apropiadas para la existencia humana y, por tanto, son las más habitadas de la Tierra: albergan más del 70 % de la población mundial. Las temperaturas moderadas y las precipitaciones relativamente abundantes favorecen el asentamiento de los seres humanos y las actividades económicas.


Por eso, en estas regiones, los paisajes naturales sin alterar son muy escasos. Se reducen a pequeños territorios aislados, que suelen estar protegidos.


La mayoría de la población se concentra en áreas situadas por debajo de los 500 m de altitud, por lo que las montañas tampoco están muy habitadas. Allí el clima es más duro, los suelos son poco adecuados para la agricultura y las comunicaciones resultan difíciles.


Por eso en las áreas de montaña también se pueden encontrar paisajes naturales.
Sin embargo, junto a los ríos y cerca de la costa, se estima que vive casi un tercio de la población mundial, por lo que escasean los paisajes naturales en el litoral.

miércoles, 3 de junio de 2009


Paisaje (extensión de terreno que se ve desde un sitio),[1] es un concepto que se utiliza de manera diferente por varios campos de estudio, aunque todos los usos del término llevan implícita la existencia de un sujeto observador y de un objeto observado (el terreno) del que se destacan fundamentalmente sus cualidades visuales y espaciales.


El paisaje, como el
medio ambiente, es objeto de protección por parte de diversas leyes e instituciones nacionales e internacionales (UNESCO y Consejo de Europa).
El paisaje, desde el punto de vista geográfico, es el
objeto de estudio primordial y el documento geográfico básico a partir del cual se hace la geografía.

En general, se entiende por paisaje cualquier área de la superficie terrestre producto de la interacción de los diferentes factores presentes en ella y que tienen un reflejo visual en el espacio. El paisaje geográfico es por tanto el aspecto que adquiere el espacio geográfico. Se define por sus formas: naturales o antro picas.


Todo paisaje está compuesto por elementos que se articulan entre sí. Estos elementos son básicamente de tres tipos: abióticos (elementos no vivos), bióticos (resultado de la actividad de los seres vivos) y antro picos (resultado de la actividad humana). Determinar estos elementos es lo que constituye el primer nivel del análisis geográfico.

ATARDER SOBRE EL RIO

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